Una pequeña historia de cómo empezó todo…
(A cargo de Jordi Vila. Periodista y reportero de TVE-2)
Entender de dónde surge Sonrisas Nómadas, no es especialmente complejo de explicar. Aunque comprender la esencia nómada llena de sonrisas que le acompañan, sí supone un reto que obliga a remontarnos a más de una década atrás.
Roger Tarroja, Toti, el motor de esta historia, lo conocí en el primer curso de la Diplomatura de Educación Social. Lo recuerdo un joven muy inquieto con unas ganas locas de cambiar el mundo. Siempre en busca de una forma de vivir diferente, alejada de lo que la mayoría nos quiere hacer creer y suele imponernos muy sutilmente…
Toti se independizó con su primer perro, “Wolof”, – en honor a una lengua africana – una bóxer, que le acompañaría durante muchos años en sus primeros espectáculos de animador infantil. Y ya tenemos a Toti, una guitarra, un equipo de sonido, una bóxer y… Poco después llegaría una de esas furgos hippies típicas de los 60 que tantas y tantas veces hemos visto en las películas alternativas: una VW BUS. La descubrió en mi barrio. ¡Llamó y la compró el mismo día, así de fácil!
Con la furgo hippie, Toti y su troupe han llevado sus danzas y canciones a prácticamente todas las plazas de los pueblos de Catalunya, siempre haciendo bailar a pequeños y mayores.
Pero a Toti Roger ya hace tiempo que Catalunya se le queda pequeña. Por eso ya ha llevado su guitarra y sus canciones por África, Europa, América Latina e incluso a la Antártida. Por allí donde ha pasado ha aprendido de aquellos que, como él, no tienen miedo a lo desconocido, ni a la incertidumbre de cómo será el próximo viaje. Sabe que el mundo es más pequeño de lo que parece y también sabe, porque lo ha vivido, que después de los grandes desiertos vienen grandes mares llenos de oportunidades. Por eso ya hace años que sabe que dará la vuelta al mundo.
Pero antes de iniciar el gran viaje y después de emprender un bar debía transformar su casa en su propio Youth Hostel. Y así lo hizo. El Mambo Tango se ha convertido en uno de los albergues juveniles mejor valorados en Europa y el Mundo. Ahora, un camión de bomberos suizo que él mismo ha convertido en una vivienda a prueba de los caminos más difíciles, le espera impaciente para hacer realidad su sueño: SONRISAS NÓMADAS.
Hay personas que no sueñan… Otros no lo hacen por miedo a lo que soñarán…
Son pocos los que los afrontan y lo apuestan todo por sus ilusiones…
Totis siempre los ha habido y siempre los habrá. Los reconoceréis porque son rebeldes, van a contracorriente y te pueden dejar descolocados en cualquier momento. También son trabajadores incansables y muy, muy emprendedores… Y también viajeros, abiertos a las nuevas experiencias, sin miedos ni convencionalismos… ¡Pero por encima de todas las cosas cada una de estas personas están vivas, vivas de verdad!
Y evidentemente tienen la capacidad de convencerte de que los sueños de cada uno son posibles.
Toti siempre ha defendido que la mejor escuela es el viaje, y que el aprendizaje está en el intercambio, así como el crecimiento personal en afrontar los retos. Motivado por este amor a lo desconocido, consciente siempre de su rumbo y respetando el rumbo de los demás, ha tenido la suerte de conocer a personas y colectivos de muchos países con unas amplias trayectorias sociales, culturales y reivindicativas, que han ido sumando a este proyecto vital, convencidos de que otro mundo es posible y necesario.
Escuchando siempre a todos y haciendo uso de su destacada capacidad para potenciar y sumarse a los proyectos de los demás, Toti ha logrado hacer emerger colectivamente nuevas y creativas formas para transformar este mundo. Y es así cómo, cultivando nexos, inquietudes, causas, personas, proyectos, y complementándose con las diversas experiencias en el campo social y cultural, ahora ha hecho emerger el sueño de Sonrisas Nómadas. Queriéndose unir a las reivindicaciones de tantos pueblos y colectivos.
Así, esta iniciativa social y cultural es su siguiente gran reto, un precioso reto compartido por muchos.
Toti lo tiene claro cuando defiende que el proyecto no es suyo, sino un proceso colectivo fruto del trabajo y compromiso de numerosas personas, que se han sumado sin egos y con profundo amor a esta causa.
Y sin dudarlo, también sabemos que esto no hubiera sido posible sin la ilusión y perseverancia que Toti siempre transmite. Y sin la pasión con que emprende todos sus proyectos: ahora pues, de viajeros comprometidos.
Con ellos es fácil sonreír y sentirse nómada en la búsqueda por la justicia y la dignidad humanas.
Les tengo que advertir que tarde o temprano nos presentará o se sumará a alguna otra hazaña, así es este emprendedor libre.
Tener una persona así tan cerca invita a romper la idea de todos aquellos que piensan que los objetivos y la leyenda personal se hacen desde el sofá.